01 marzo 2015

CUARESMA 2015 (III): "LOS HIJOS PRÓDIGOS".

Hace ahora dos años, mi Hermandad de la Columna me encargaba un acto que se ha instaurado recientemente en los días de la Cuaresma, previos a la llegada de la Semana Santa. Se trata de una "Meditación a Ntro. Padre Jesús atado a la Columna", que por cierto este año va a realizar una persona a la que tengo mucho cariño desde hace cuasi treinta años, mi amiga María José Rodríguez. 

El caso es que al recibir con tanto agrado aquel encargo, decidí en aquella meditación contar un poquito mi historia para con la Hermandad, y decidí basarme en mis palabras a Jesús y a mis Hermanos en la parábola del "Hijo Pródigo". Conté en aquella meditación, a modo de resumen, que por circunstancias personales me alejé de la Hermandad en la que me había prácticamente criado desde que con pocos añitos la pisé por primera vez de la mano de mi hermana. 

Circunstancias de la vida, interacción con ciertas personas que hacen que uno se aleje de la vida de hermandad más práctica, pero (para quien tiene la fe y el cariño grabados en el corazón desde pequeño) no de la sentimental. El trato desde mi vuelta al acercamiento más apegado a Santiago por parte de sus Hermanos Mayores, tanto Carlos Dana, como Lucía Jiménez, como de los miembros de su junta, como de la cuadrilla de costaleros de mi Cristo en la Columna, fue sencillamente espectacular. 

Incluso en aquellos años y desde hace ya casi veinte, habiéndome acogido otra Junta y otros Hermanos que tienen su casa en San Bartolomé. Los segundos me acogieron como uno más, dándome cariño y respeto, por lo que les estaré eternamente agradecidos. El grupo humano y cristiano que he encontrado en El Silencio es sencillamente excepcional. Todos. Del primero al último. Pero los primeros se portaron como el padre de la parábola del "Hijo Pródigo": "-Matad el cordero más cebado, ponedle a mi hijo los mejores ropajes, anillos en las manos y sandalias en los pies. (...) Mi hijo estaba perdido, y ha sido hallado. Estaba muerto, y ha vuelto a la Vida."

Eso es lo que he sentido, desde que hace ya unos cuantos años, he vuelto a implicarme más en La Columna. Compaginable perfectamente con El Silencio. Intentando dar lo mejor de mí en cada una de ellas, y mejor en dos que en una. Intentando no abarcar más de lo que puedo dar, pero dándolo en ambas partes. Por eso mi mensaje en este post cuaresmal es que no temáis ser "hijos pródigos" si os arrepentís de corazón de haberos marchado, o apartado un poco de vuestras hermandades. Si como me pasó a mí, sentís la llamada o el toque de atención de vuestros Titulares, no dudéis que Ellos pondrán en vuestras hermandades a los que no os perdieron el cariño y os siguieron esperando, como el padre del "hijo pródigo".

Hoy, tras aquella Meditación, y el Jueves Santo pasado tras el homenaje recibido por parte de la cuadrilla de costaleros que sigo queriendo como cuando era niño y llevaba la radio en sus ensayos, he vuelto a ser bendecido por los corazones de mi hermandad. Hace ya varios meses que Lucía me encargó la composición de una Salve a la Virgen de la Paciencia para que se le cantara en los Cultos de la Hermandad, quien sabe si, además de por el coro estipulado para esos actos, por el resto de los hermanos.  Con cariño la compuse y con más cariño la escribí y la grabé para que fuera ensayada. 

Hoy en la Función Principal del Quinario ha sido estrenada, nada más y nada menos que en las voces de la Coral Virgen de Gracia. Yo cuando empezó me puse en una esquinita del coro, oculto de las miradas del resto de hermanos presentes que miraban a la Virgen. No pude evitar el repeluco desde la coronilla a los pies. Y conservo ya en lugar preferente de mi escritorio el cuadro que La Columna me ha regalado con la imagen de la Virgen de la Paciencia y la letra de su nueva Salve. 

Sigo emocionado tras la comida de convivencia de después de la Función. Este hijo pródigo sigue agradeciendo día tras día el cariño de todos los que me estaban esperando con sus brazos abiertos cuando volví. En la figura de Lucía Jiménez os hago extensivas mis gracias eternas a todos. Hijos pródigos que leáis esto: Ojalá os deis cuenta pronto si un día os alejasteis, que nunca es tarde para volver, si se vuelve con el arrepentimiento por la ausencia, el corazón encogido pero abierto para dar y recibir cariño,  y las ganas de aportar vuestra mejor intención a vuestra Hermandad, y a los hermanos que la componen. Yo lo hice, y no puedo estar más satisfecho, aunque con la gente que me he encontrado en el camino tanto en El Silencio como en La Columna, es para estarlo...

Termino este post, con la letra de la Salve, ahora que ya está estrenada, espero que os guste:



   SALVE VIRGEN DE LA PACIENCIA
REINA Y MADRE DE SANTIAGO
A TUS PIES TUS HIJOS TE REZAN
CON SU AMOR POR BESAR TU MANO.

BELLEZA Y DULZURA INFINITA
PAZ Y BIEN DE NUESTRA EXISTENCIA
VIENTRE ETERNO QUE EL MAL NOS QUITA
ENTREGANDONOS SU PACIENCIA.

MUESTRANOS LA LUZ DE TU ROSTRO
DANOS TU MIRADA TAN PURA
Y RUÉGALE POR NOSOTROS
A TU HIJO EN LA COLUMNA

SALVE, ALIVIO DE MIS ORACIONES,
DE SANTIAGO LA MAS PURA ESENCIA
VIVES SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES
CON EL BELLO NOMBRE DE PACIENCIA

DANOS SIEMPRE EL AMPARO EN TUS LABIOS
Y CONCÉDENOS TUS INDULGENCIAS
REINA Y MADRE DE SANTIAGO
MARIA SANTÍSIMA DE LA PACIENCIA

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